José Antonio La Cal, mención especial del jurado en la III edición de los Premios de Investigación Científica en Olivar y Aceite de Oliva de la Fundación Caja Rural.

Se trata de una actividad enmarcada en la iniciativa “La Rural Ciencia”, cuyo principal objetivo es trasladar la importancia de la investigación en el mundo del aceite de oliva. “A través de este galardón queremos reconocer a aquellos que, de forma oculta, trabajan en la mejora de los cultivos, de cómo se producen los aceites de calidad, en definitiva, de todo lo que rodea al aceite de oliva, a nivel económico, energético o de calidad”, manifestó el presidente de la Fundación, Luis Jesús García-Lomas.

En este sentido, el representante de la entidad insistió en que estos premios tratan de incentivar el desarrollo que, al final, influirá en la mejora de la economía de la provincia y del desarrollo del olivar como eje fundamental. “Se han presentado unos 14 trabajos de España, principalmente, de Andalucía. Lo que se valora es que sean proyectos que se puedan transmitir a la sociedad”, concretó.

De esta forma, el primer premio fue presentado por la Universidad de Granada. El proyecto se titula “Desarrollo de un agente fitoestimulante y de control biológico contra la vertigilosis”. “Se trata de un elemento novedoso, que no implica el arranque de olivos ni el cambio de variedad, sino que permite poder curar la enfermedad de los olivos ya plantados”, explicó.

Asimismo, el segundo premio, titulado “Aplicación informática para la programación de riegos y fertilización del olivar” está hecho por investigadores del IFAPA de Córdoba. “Trata sobre cómo fertilizar, de manera más eficiente, el olivar sin tener que hacer grandes consumos de fertilizantes, que luego no tienen rentabilidad a la hora de la recogida del fruto”, concretó el presidente de la Fundación Caja Rural.

Por último, el jurado ofreció una mención especial al proyecto de la Universidad de Jaén presentado por José Antonio La Cal,  que trata sobre la almazara como centro de producción de biocombustible y de energías. “Es decir, esto nos demuestra cómo los sobrantes, tanto el orujillo como la poda del olivar, pueden hacer que las propias fábricas, las cooperativas, sean un centro de influencia energética; con lo que también es una mejora para el medio ambiente y una segunda actividad dentro del mundo del olivar”, argumentó José Luis García-Lomas.

Previamente a la entrega de premios y menciones, se ofreció la conferencia titulada: “Efectos saludables del aceite de oliva en el cáncer de mama”, a cargo del director del grupo multidisciplinar para el estudio del cáncer de mama de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Barcelona, Eduard Escrich.